Etimológicamente la palabra creencia procede del latín, del verbo credere, que puede traducirse como “creer”, y del sufijo –entia, que es equivalente a “cualidad de un agente”.
Etimológicamente la palabra creencia procede del latín, del verbo credere, que puede traducirse como “creer”, y del sufijo –entia, que es equivalente a “cualidad de un agente”.