La paz de la integridad

La paz de la integridad

La paz de la integridad

Esta semana ha sido una oportunidad para poner en acción muchas de las cosas de las que te cuento en este espacio.  Por momentos pensé que  iba a  fracasar, hoy te puedo decir que sí  logré el éxito más allá del éxito  y eso me produce una gran sensación de paz interior.

En esos momentos de gran desafío volví a releer el libro «La empresa Consciente» de Fredy Kofman. Allí encontré éste interesante experimento que paso a contarte, fue llevado adelante en la Universidad de Stanford.

 

Se  realizó con un grupo de niños de 4 años, los ubicaron frente a una mesa con bombones, les propusieron lo siguiente: «podés tomar un bombón ahora o dos bombones dentro de cinco minutos«. Catorce años más tarde los niños ya habían egresado de la escuela secundaria, y los investigadores compararon a aquellos que habían comido inmediatamente los bombones con los que habían esperado. Los primeros parecían más apegados al éxito inmediato, con frecuencia perdían el control en situaciones de tensión, se irritaban y peleaban más a menudo, sucumbían a tentaciones. Los que habían esperado el segundo bombón demostraron ser más propensos a desarrollar relaciones íntimas, tenían mayor capacidad intelectual y demostraban más autocontrol en situaciones frustrantes.

 

Para resumir la idea, lo que puede hacernos sentir bien en lo inmediato, con el correr del tiempo puede hacernos sentir terriblemente mal, si obramos sin honrar nuestros valores.

Cuando sentimos una emoción intensa, el cerebro pensante entra en corto circuito y toma preponderancia el cerebro institivo. Los seres humanos necesitamos de disciplina porque estamos genéticamente programados para responder instintivamente a los riesgos u oportunidad del entorno. Es de protagonistas, poner un tiempo entre la  información recibida del contexto  y nuestra respuesta, para que la misma sea coherente con nuestros valores. Y éso nos demanda realizar un esfuerzo consciente.

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Para ser protagonistas de nuestras vidas necesitamos de la disciplina y el compromiso con los valores esenciales, el respeto, la honestidad, la libertad, y el amor. Así podremos alcanzar el éxito más allá del éxito, la felicidad, la paz, la autoestima y la dignidad.

Y yo te pregunto:

Estás dispuesto a ganar a cualquier precio?

Estás dispuesto a honrar tus valores en todo momento y en cualquier circunstancia?

Conocés la diferencia entre la integridad y el éxito?

Estás siendo el responsable de tu propia vida?

Estás dispuesto a asumir tu responsabilidad, más allá de las circunstancias?

Sabías que cuando comprendés cuál fue tu contribución ante una situación, te podés transformar en parte y solución de ésa situación?

 

Algo para destacar, el asumir la responsabilidad no significa ser culpable.  Eso sería asumir el esquema de la víctima, podemos escuchar por ejemplo: «vos creaste  esa situación, porque la merecés o porque deseás ser víctima».

La gran noticia de poner en acción, nuestros valores es lograr el estado de paz interior, es saber que hemos hecho todo lo que estaba a nuestro alcance que intentamos  y enfrentamos la situación de la mejor manera posible, con las herramientas con las que contamos, manteniendo la coherencia con nuestros valores y alineados con nuestra visión personal. Y en ese caso no importa cuál ha sido el resultado, al mirarnos al espejo, nos sentiremos íntegros, no fragmentados.

En el pasado, te cuento,  me he sentido así, fragmentada, y pagué altos precios. Mirando con amorosidad a la persona que fuí en ese pasado, tomo el aprendizaje y sigo avanzando hacia el futuro, viviendo el presente, desde la responsabilidad incondicional, la integridad esencial, la comunicación auténtica, el compromiso impecable, con foco en el SER. Por momentos, como digo muchas veces, con Baby Steps. Es bueno saber que siempre podemos rescatar aprendizajes, si así nos lo proponemos.

Para cerrar este espacio, te acerco un refrán que dice: «lo que hacés habla tan alto que no puedo entender lo que decís«. Los seres humanos juzgamos nuestros actos por nuestras intenciones y juzgamos a los otros por sus acciones, te invito a reflexionar, es un interesante punto para considerar. La situación ideal es actuar a la luz de nuestros valores.

Te gustaría entrenarte para el éxito más allá del éxito?

Tenemos distintas posibilidades, entrenamientos grupales o individuales. Podés descubrir y entrenar nuevas miradas sobre tu propia vida y las circunstancias que estás viviendo.

Espero tus comentarios

info@creativaconsulting.com.ar

Te dejo un afectuoso saludo

Lic. Sonia Grotz

 

 

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