Y vos ya moviste la piedra de tu camino?

Y vos ya moviste la piedra de tu camino?

Y vos ya moviste la piedra de tu camino?

Un rey muy sabio que vivía allende los mares ponía en práctica interesantes lecciones para enseñar a su pueblo. Solía decir que nada bueno le puede sobrevenir a una nación que siempre reclama y espera que otros resuelvan sus problemas y en la que cada uno va a lo suyo.

En cierta ocasión colocó una gran piedra en el camino, justamente delante de su palacio mientras él se escondía detrás de unos arbustos.

Pasó por allí un labrador con un carro cargado de simientes. Al ver la piedra, dijo contrariado, mientras la rodeaba para pasar con su carro:

– ¿Dónde se ha visto semejante descuido? ¿Cómo no han mandado retirar esa enorme piedra?

Horas después pasó por allí un soldado que, ensimismado en sus batallas interiores, chocó contra la piedra y maldijo a quien la había dejado allí y a los gobernantes que no habían ordenado retirarla. Él la sorteó para seguir su camino.

Así transcurrió el día. Todos los que pasaban criticaban a quienes crearon el problema y a quienes no tenían la iniciativa de solucionarlo. Ya casi de noche pasó por allí la hija del molinero. Era muy trabajadora y estaba cansada. Y se dijo:

-De noche alguien puede tropezar con la piedra y herirse gravemente. Voy a quitarla de aquí-

. La piedra era muy pesada, pero no había nadie más por allí. Empujó y empujó hasta que consiguió moverla y apartarla del camino. Para su sorpresa encontró una caja debajo de la piedra. La caja era muy pesada y tenía una leyenda fuera:

-Esta caja pertenece a quien retire la piedra. La abrió y comprobó que estaba llena de oro-

El labrador, el soldado y todos los que había pasado por allí se enteraron de lo sucedido y acudieron al lugar donde estaba la piedra, y removieron el polvo del camino con la esperanza de encontrar un trozo de oro, pero no encontraron nada.

– Mis queridos amigos, dijo el rey, con frecuencia encontramos obstáculos en el camino. Podemos criticar y lamentarnos por lo que otros han hecho o dejado de hacer, pero también podemos eliminar el obstáculo y dejar expedito el camino para los demás.

Siempre se esconde debajo de la piedra la caja el oro de la recompensa. No una caja material sino la satisfacción de haber hecho el camino más fácil y más hermoso para todas las personas que lo transitan.

La hija del molinero podía haber pasado por allí sin importarle lo que les pasase a los demás. No fue a lo suyo. Quitó la piedra cuando era de noche y nadie la veía.

Y yo te pregunto:

¿Vos esperás que las cosas sucedan ó hacés algo al respecto?

¿Cuál es tu actitud más habitual, frente a los desafíos?

¿Qué piedras están apareciendo en tu camino y ves como obstáculos?

¿Habitualmente tenés excusas ó resultados?

¿Pensaste alguna vez que un obstáculo es una posibilidad de aprendizaje?

En Creativa Consulting queremos acompañarte para que descubras nuevas miradas sobre tu realidad. Ver desafíos u obstáculos, depende de los «lentes«desde donde mirás la vida.

Te dejo un afectuoso saludo, y espero conocerte pronto!

Lic. Sonia Grotz

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