La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la Universidad. Sino allí, en el arenero. Estas son las cosas que aprendí:
Compártelo todo. Juega limpio. No le pegues a la gente. Vuelve a poner las cosas donde las encontraste. No te lleves lo que no es tuyo. Limpia siempre lo que ensucies. Pide perdón cuando lastimes a alguien. Sonrójate. Lávate las manos antes de comer. Las galletitas calientes y la leche fría son buenas.
Vive una vida equilibrada: aprende algo, y dibuja, y pinta, y canta y baila y juega y trabaja cada día un poco. Duerme la siesta todas las tardes. Cuando salgas al mundo ten cuidado con el tránsito, tómate de las manos y no te alejes. Permanece atento a lo maravilloso.
Recuerda la pequeña semilla del vaso. Las raíces bajan, la planta sube y nadie sabe realmente ni como ni porque, pero todos somos así. Los peces de colores, los hamsters e incluso la pequeña semilla del vaso. Todos mueren y nosotros también. Y entonces recuerda una de las primeras reglas y palabras que aprendiste, la más grande de todas:
M I R A
Todo lo que necesitas saber está allí, en alguna parte, la regla de oro, el amor, la higiene básica, la ecología, la política, la igualdad, y la vida sana… todo está allí, en el jardín.
Toma cualquiera de estos ítems, tradúcelos en términos adultos sofisticados y aplícalos a tu vida familiar o a tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo y se mantendrá verdadero, claro y firme.
Piensa cuánto mejor sería si todos (todo el mundo) tomásemos leche con galletitas a las 10 y luego corriendo nos acurrucáramos en nuestras mantas de dormir la siesta, o si todos los gobiernos tuviesen como política básica volver a poner las cosas donde las encontraron y limpiar lo que ensuciaron. Y otra cosa… no importa cuan viejo seas, al salir al mundo es mejor tomarse muy fuerte de la mano y no alejarse.
(Robert Fulghum, Todo lo que hay que saber lo aprendí en el jardín de infantes)
Quiero compartir este texto que para mí es muy valioso, espero compartas estas ideas y lo mejor de todo, puedas aplicar alguna de ellas.
Si te parece que no se puede aplicar a tu vida…te sorprenderías que es muy sencillo hacerlo. Te cuento que cuando escucho que el gobierno, las empresas y los medios de comunicación, tienen que recordarnos que tenemos que lavarnos las manos….francamente me sorprende que nos hayamos olvidado de una de las normas básicas, aprendidas en nuestra infancia. Nunca es tarde, podemos reconectarnos con esa época genuina de nuestra vida.
Te sorprenderías si supieras que existen empresas importantes que descubrieron los cambios favorables que se producen en sus empleados, aplicando estas reglas sencillas de convivencia, las mismas que comparto con vos en este espacio, las mismas que aplicaba con mis alumnitos del jardín de infantes, hace unos años atrás….
Si te gustó, te invito a difundirlo, y si querés dejanos tu comentario, o envianos un mail. Si te parece que a tu empresa le hace falta poner en práctica algunas de estas ideas, esperamos tu consulta.
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Te dejo un afectuoso saludo!
Lic. Sonia Grotz