Parábola del caballo

Parábola del caballo

Parábola del caballo

Había en aquellos días un campesino que luchaba con muchas dificultades, poseía unos caballos que lo ayudaban en los trabajos de su pequeña hacienda.

Un día, su capataz le trajo la mala noticia de que uno de los caballos se había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremamente difícil sacarlo de allí.

El campesino fue a toda prisa hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación, asegurándose de que el animal no se había lastimado.Pero por  la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó conveniente el no invertir  esfuerzo y dinero para su rescate.

Tomó entonces una de las más difíciles decisiones de su vida: determinó que el capataz sacrificase al animal echando tierra en el pozo hasta enterrarlo. Pensó que era mejor que muriera rápidamente asfixiado a que sufriera una larga agonía de hambre.

Así empezó a hacerse. Pero, a medida que la tierra caía sobre el animal, éste se sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando que el caballo fuera subiendo.

Los  hombres se dieron cuenta de que el caballo no se dejaba enterrar, sino que al contrario, estaba subiendo hasta que, finalmente consiguió salir.

Increíble: lo que en un principio estaba destinado a su muerte, fue, al final, su salvación.

Si estás “allá abajo”, hundido en el pozo, sintiéndote poco valorado, y que los otros lanzan sobre tu persona la tierra de la incomprensión, la falta de apoyo, el poco aprecio, recuerda al caballo de esta historia.

No aceptes la tierra que echan sobre ti. Sacúdela. Haz como el caballo de la parábola: sube sobre ella. Cuando más te tiren sobre ti, más irás subiendo, subiendo.

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Te dejo un afectuoso saludo!

Lic Sonia Grotz

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