Nacido para las alturas

Nacido para las alturas

Nacido para las alturas

Hoy te acerco una historia que  les contaba a mis alumnitos del jardín, la encontré después de mucho tiempo!! En ese momento iba con música  de guitarra y todo!  Espero que vos también la disfrutes como ellos.

Me lo contó un pastor… un día en la montaña, encontró entre las rocas, allá en las alturas, un extraño huevo. Era algo más grande que el de una gallina pero ¡era imposible que una gallina hubiera podidor llegar  tan alto!… ¿de qué sería?

Cuando llegó  a su casa se lo entregó a su mujer, que tenía una pava empollando una nidada de  huevos  recién  puestos. Y, viendo que más o menos era del tamaño de los otros lo colocó junto a ellos y dió la casualidad que  cuando empezaron a romper  los cascarones los pavitos,  tambíen lo hizo el intruso de las alturas. Y, aunque no era del  todo igual  a los otros, tampoco desentonaba  demasiado del  resto de la nidada.

Sin  embargo, se trataba de un polluelo de aguila. Si señor!. ¡Cómo te lo cuento!… Aunque había nacido al calor de la pava la vida le venía  de otra fuente. Como no tenía quien le enseñara otras cosas aprendió lo que veía hacer a los pavitos, piaba como ellos, seguía a la pava grande en busca de gusanitos, semillas, y desperdicios, escarbaba en la tierra dormía en el gallinero y se asustaba de los perros que venían a quitarle la comida que la señora tiraba en el patio de atrás .

Vivía haciendo el pavo, lo que veía hacer a los demás. A veces se sentía como extraño, sobre todo cuando estaba a solas, pero no lo dejaban mucho tiempo solo mucho tiempo. A los pavos  no les gusta la soledad ni soportan que otros  se dediquen  a ella.  Son bichos a los que les gusta ir en manada, sacando pecho para impresionar. Abriendo la cola y arranstrando el ala.

Cualquier cosa que les impresione es respondida inmediatamente con una sonora burla, cosa muy típica en estos pajarones que a pesar de ser grandes  no vuelan.

Un mediodía  de cielo claro y nubes blancas  nuestro «pavito» se quedó mirando sorprendido al ver unas extrañas aves  que planeaban majestuosas casi sin mover las alas  allá en las alturas.  Sintió como una sacudida  en lo profundo de su ser  algo así como una llamada antigua  que quisiera despertar su corazón. Sus ojos  acostumbrados a mirar siempre el suelo en busca de comida, no lograban distinguir lo que sucedía en las alturas.  Pero su corazón despertó a una nostalgia poderosa   y  ¿él  porqué no volaba así?  Y el corazón empezó a latir como nunca.

Pero en ese momento  se le acercó una pava y le preguntó qué estaba haciendo  y cuando él le contó sus pensamientos, ella rió estrepitosamente. Le dijo que era un romántico  que se dejase de tonterías ellos estaban para otra cosa, que fuera realista  y la acompañara a un lugar  donde había encontrado unos estupendos gusanos. Desorientado siguió a su compañera que lo devolvió a la pavada.

Y así volvió a su vida normal, es verdad que insatisfecho, siempre sintiéndose un extraño. Nunca llegó a descubrir su verdadera identidad de águila.

Y llegado a viejo un día murió, si tristemente murió haciendo el pavo como siempre había vivido.

Y pensar que había nacido  para las alturas!

Mamerto Menapace

Y vos cómo te sentiste leyendo la historia?

Qué desafíos se te presentan y los dejás pasar, por comodidad?

Te permitís tiempo y espacio para dejar fluir tus pensamientos y emociones?

En tu día a día ves espacios de posibilidad?

Proyectás grandes sueños? o sólo los que son «realistas»?

Te cuento sobre un concepto que me parece interesante, cuando estamos frente a una posibilidad y nos resignamos porque no vemos posibilidades nos comportamos como el águila de nuestro cuento.

Es bueno descubrir que cambiando las lentes con las  que estamos observando nuestra realidad podemos cambiar  nuestros resultados y generar un amplio campo de posibilidades, considerando que la ambición es un buen motor, porque en este estado observamos caminos donde otros solo ven obstáculos! 

Podemos  elevarnos y trascender, descubriendo  dones y recursos, que permanecen dormidos y a la espera,  los que nos permitirían volar  en  las alturas.

Otro punto a destacar es que la mirada que los otros tienen sobre nosotros es solo eso una mirada, y no nos define en forma definitiva. Creo que es importante que recuerdes que todo lo dicho es dicho por alguien, desde su mundo de inquietudes y con las distinciones que cuenta en ese momento.

Queremos invitarte nuevamente a que te contactes y consultes por nuestros entrenamientos del mes de febrero de 2010.

info@creativaconsulting.com.ar

Te dejo un afectuoso saludo

Lic. Sonia Grotz

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