Se han escrito muchos manuales sobre la entrevista, que incluyen multitud de recomendaciones para los candidatos. Sin embargo, si enfocamos el asunto con una visión analítica, en el transfondo de la gran variedad de preguntas que realiza un entrevistador, sea cual sea la situación en la que se plantea la entrevista, sólo existen 4 cuestiones clave, que muchas veces no son planteadas expresamente pero que planean en todo el contenido de la conversación a la que denominamos «entrevista de selección«.
Estas son:
-¿Por qué está aquí?
-¿Qué nos puede aportar?
– ¿Qué clase de persona es?
-¿Por qué debemos contratarle?
¿Por qué está aquí?
Esta cuestión no puede contestarse con vaguedades. Y, como candidato, nos interesa que el entrevistador obtenga claridad sobre este asunto. O estamos allí solamente para «ver qué pasa» (esto normalmente ocurre cuando recibimos una llamada de un head hunter) o tenemos un motivo real. Para exponer estas razones conviene analizar nuestros motivos para el cambio e, igualmente, tener consciencia de que el puesto, empresa, contexto que nos ofrecen merece nuestro interés. No es positivo ni aporta nada decir «obviedades» en este momento.
¿Qué nos puede aportar?
El interlocutor quiere saber si ayudará, y de qué manera, a la empresa para cumplir sus objetivos. Si ha hecho una investigación previa, sabrá cuales son los objetivos y las necesidades de la empresa y cómo, a través de sus cualidades y aptitudes, puede ayudar a conseguirlos.
¿Qué clase de personas es?
Esta es una pregunta clave y en la que no hay ninguna respuesta que pueda memorizar.
Todo lo que haga, diga, exprese, etc. se considerará como respuesta. Peinado, estrés, postura, sudor de sus manos, prepotencia, aliento, tono de voz, capacidad de escucha, valores, presentación personal, trabajo de investigación previo, etc. son elementos que su interlocutor utilizará para contestarse a esta pregunta.
¿Por qué debemos contratarle?
Inmediatamente después de superar las fases anteriores, el interlocutor mentalmente pone al candidato en relación o competencia con el resto de los que optan al puesto. Aunque pueda parecer que aquí hay poco que hacer, dado que normalmente no se conoce a los competidores, en la realidad existe un gran campo de actuación ya que un buen candidato podrá apoyarse en el excelente trabajo de investigación que habrá desarrollado con anterioridad a la entrevista.
Lic. Marianela Tajes
(muchas gracias Marianela!, por tu interesante contribución)