¿Alguna vez te pusiste a pensar que hubiera sido de la trama de algunas películas sin las decisiones claves de sus actores principales?
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¿Que hubiera sido de Titanic si Jack en lugar de ser gentil y salvar a Rose, hubiera preferido salvarse él?
¿O de Mujer Bonita si Vivian, hubiera desconfiado y no aceptaba la oferta de Eduard?
¿Y en lo que el Viento se llevó si el capitán Botler hubiera decidido quedarse cuando Scarlett se dio cuenta que Anshley nunca la amó?
¿Y si Billy hubiera practicado boxeo, como quería su padre en lugar de su pasión por el ballet?
Y en íntimo y personal si Warren no hubiera decidido viajar y hacer la nota en Panamá, eligiendo quedarse junto a Sally?
Decisiones… todos estos personajes tuvieron que tomar decisiones. Nuestra vida podría definirse en base a la clase de decisiones que tomamos y las que creemos no tomamos.
¿Pensaste alguna vez que aunque no hagamos nada también decidimos?
Decidimos quedarnos en nuestra zona de comodidad, aunque estemos incómodos!
Posiblemente hoy estás tomando la decisión de obtener más de lo mismo. Sin darte cuenta… Porque en lugar de desafiarte, buscar nuevos caminos, te quedás esperando una mejor oportunidad…que llegue el momento adecuado.
Volviendo a las decisiones de película, en Hombre de Familia, la trama lleva al protagonista, Jack Campbell, a enfrentar la oportunidad de descubrir, qué hubiera sucedido si otras hubieran sido sus decisiones…
Una vez escuché una frase que me conmovió:
«El peor infierno es que se encuentren el que sos con el que podrías haber sido»
¿Y vos qué soñabas para tu futuro, hace un tiempo atrás?
¿Qué soñabas acerca de tu trabajo?
¿Acerca de tu pareja?
¿Acerca de tu familia?
También es importante que reflexionemos sobre que cuando decidimos estamos afrontando tensiones emocionales. Las del momento mismo de la toma de decisiones y las que nos imaginamos sentiremos en el momento de la consecuencia de la elección.
Muchas veces no tenemos la suficiente capacidad de anticipar cómo nos sentiremos, motivo por el cuál pueden ocurrir dos situaciones,que en el momento previo cambiemos de opinión tal como ocurre en las películas cuando los protagonistas están por dar el sí en el altar y ella ó él salen corriendo y cambian de idea. Ó podemos continuar y luego juzgar esa decisión como incorrecta.
Según diversos estudios nuestras decisiones no pueden netamente racionales. Necesitamos de nuestras emociones para poder tomar decisiones. Pero que las necesitemos no significa que debemos dejarnos arrastrar por ellas.
Sería bueno que reflexiones donde te enseñaron a tomar decisiones… una de las formas en las que aprendemos es lo que se denomina aprendizaje implícito, es decir cuando ni siquiera somos conscientes, ni existe intencionalidad de enseñar.
Es importante que sepas que tu estilo al momento de tomar decisiones también forma parte de tu Marca Personal. Y que aprender a controlar nuestras emociones puede ser uno de los mejores aprendizajes.
Entremos en contacto, en Creativa Consulting somos especialistas en Marca Personal. Concertá durante Junio de entrevista orientativa sin cargo.
soniagrotz@creativaconsulting.com.ar
Te dejo un afectuoso saludo
Lic. Sonia Grotz
