Pensando, sobre qué contarte en este espacio, considero que una de las cuestiones más importantes tiene que ver con nuestra capacidad de comunicarnos. Una habilidad que nos hace humanos.
¿Cuáles son los ingredientes fundamentales para una buena comunicación?
Seguramente habrás leído mucho al respecto o incluso habrás participado en cursos sobre oratoria. Lo que no es tan habitual es que seamos conscientes de que todo lo que decidimos no decir influye directamente y en forma inconsciente en nuestra comunicación.
¿Leíste sobre la importancia de todo eso que decidís no decir?
¡Podrían ser cuestiones negativas ó también positivas!
¿Y qué implica esto de la columna izquierda?
Esto lo explica Peter Senge en su libro la Quinta Disciplina, esta denominación surge porque en los guiones cinematográficos aparecen dos columnas, la izquierda y la derecha, en la derecha se escribe todo lo que el personaje tiene que decir, y en la izquierda, todo lo que siente, hace corporalmente y sus conversaciones privadas.
En algunos casos nuestro interlocutor podrá descifrar la columna izquierda como que existe algo que no ha sido dicho, un malestar, algo que generará una distancia entre ésas personas. Es una relación directa a mayor cantidad de desechos tóxicos almacenados en la columna izquierda, mayor distancia se produce en ésa relación, y así perdemos amigos, parejas, y familiares.
¿Te suena conocido?.
Considero que la mayoría de los inconvenientes y malos entendidos entre las personas se producen porque no sabemos qué hacer con nuestra columna izquierda. Porque nadie nos ha enseñado que hacer con todo eso que no hemos dicho, pero hemos sentido.
¿Y cuál es la invitación?
Que puedas refinar ésta columna izquierda, es decir que encuentres o que generes el espacio para hablar desde la honestidad, pero no desde la honestidad brutal.
La honestidad brutal es la que practican algunas personas que andan por la vida “vomitando” su verdad, diciendo a cada uno todo lo que piensan y sienten…tampoco ése es el camino, porque lo que desde mi emocionalidad de determinado momento, puedo decir, a lo mejor, luego puedo arrepentirme.
Para refinar mi columna izquierda es necesario asumir que, si tengo muchas emociones y palabras no dichas, cual planta de reciclado, tengo que procesar esos desechos y extraer lo mejor de ésas situaciones. Recordá que éstas emociones no solamente son negativas, pueden ser positivas también.
¿Pensaste cómo podrías cambiar tu vida diciéndole a ésa persona especial que te gusta estar con él o con ella?
¿Que buscás su compañía, que es importante contar con él o con ella?
¿Pensaste cuantas posibilidades cerraste en el pasado, simplemente por no saber comunicar adecuadamente tus emociones?
Es importante hacer saber al otro cuál es mi verdad, tranquilamente, y con la idea principal de que es mi verdad, no la VERDAD. Y esto no es un juego de palabras, ninguno de nosotros por nuestra humana condición, puede acceder a la verdad, no contamos con los mecanismos biológicos que nos permitan acceder a ella, podemos si, transmitir lo que de la verdad o la realidad, podemos percibir.
Alguna vez te pasó que dijiste a alguien algo que al pensarlo y reflexionarlo con tranquilidad, sentiste que podrías haberlo transmitido de manera diferente?, ¿en otro contexto?.¿ Y todo eso que no dijiste?
Estoy convencida de que ya habrás encontrado alguna experiencia para representar esto que te quiero transmitir.
Este concepto, se relaciona con el papel que quieras asumir en tu vida, porque al elegir ser protagonista, también estás eligiendo tener conciencia de tu columna izquierda, y vas descubrir que existen momentos en los cuales es saludable “reciclar” los desechos tóxicos para no explotar o implotar.
¿Como nos transformamos en protagonistas?
Cuando entre lo que sucede y nuestra respuesta media un tiempo de reflexión y evaluación interna. En ese tiempo me conectaré conmigo mismo para descubrir cuál es la mejor actitud.
¿Sos consciente de los “precios” que estás pagando por no administrar eficientemente tu columna izquierda?
Muchas veces para «evitar» conflictos decidimos no compartirle al otro eso que sentimos, fundamentalmente en esos casos el miedo es el que nos domina.
¿Pensaste cuántas oportunidades de crear una relación diferente te estás «perdiendo»?
Si no sabemos administrar nuestra columna izquierda, explotamos a través de nuestra honestidad brutal ó implotamos y nos enfermamos ó arruinamos vínculos.
¿Cuál es tu elección?
Te pido que te imagines cómo siente tu cuerpo, esa energía negativa, todos esos gritos que tendrías que haber expresado, todas esas lágrimas que tendrías que haber derramado, todas esas conversaciones pendientes…todas las disculpas que nunca diste, todos los pedidos que nunca hiciste.
Es casi una ley física que cuando ya no tenemos lugar para almacenar, todo eso reprimido se dirige hacia algún lugar, así como una cacerola que entra en ebullición.
Es algo muy saludable que te descubras, que aprendas a conocerte y que cuando ésta columna esta creciendo, te des la oportunidad de limpiarla.
Algo importante es que la columna izquierda no es malo que exista, es una cuestión que nos permite generar interacciones y conectarnos con nuestros pensamientos el problema es qué hacemos con ella:
¿Dejamos que entre en estado de ebullición?
¿Nos ocupamos oportunamente sobre qué estamos almacenando?
¿Participamos a las personas de nuestro entorno sobre lo que pensamos y sentimos?
¿Somos conscientes de las columnas izquierdas de las personas de nuestro entorno?
Si te interesa este tema. Podrás encontrarlo con mayor profundidad en el libro Marca Personal
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Lic. Sonia Grotz
Directora Creativa Consulting